Seis plazas se convierten en escenario de representaciones teatrales y musicales para poner en valor el patrimonio textil del municipio
El Ayuntamiento de La Laguna, a través de la Concejalía de Patrimonio Histórico que dirige Elvira Jorge, pone en marcha la acción divulgativa ‘Indumenta’, una serie de actuaciones teatralizadas y musicales que tendrán lugar en las principales plazas del casco histórico, con el objetivo de poner en valor el patrimonio inmaterial del municipio vinculado con la indumentaria tradicional y el patrimonio textil.
Elvira Jorge explica que “durante cuatro domingos, la ciudadanía y visitantes de nuestro municipio podrán tener una visión de La Laguna a través de la vestimenta popular de los siglos XIX y XX en seis plazas de la ciudad que serán contextualizadas, desde un punto de vista histórico y urbanístico, con cuatro hitos diferentes de la indumentaria tradicional: las tapaditas, el luto, los hábitos populares y las lecheras y gangocheras”.
En total se llevarán a cabo ocho representaciones (dos por domingo) de dos horas de duración cada una, interpretadas por la actriz Mar Gutiérrez y el actor Antonio Conejo con diálogos de Nijota sobre el patrimonio etnográfico y oficios tradicionales de La Laguna. Las diferentes escenas de la acción teatralizada llevan una contextualización histórica-patrimonial-
La plaza de los Remedios será la primera de las paradas de ‘Indumenta’, con sesiones programadas para las 10:00 y las 12:30 horas de este próximo domingo, día 19 de marzo. El día 9 de abril las representaciones se trasladarán a la Plaza del Adelantado, a partir de las 11:00 horas, y la plaza de la Junta Suprema, a las 18:00 horas. El tercer domingo será el 16 de abril con dos funciones en la plaza del Cristo (10:00 y 12:30 horas); mientras que la última jornada prevista será el 23 de abril en la plaza de la Concepción (10:00 horas), y en la plaza del Dr. Olivera (18:00 horas). Para inscribirse y acceder a más información, se debe escribir un correo electrónico a la dirección: lalagunaexperience@gmail.com
La indumentaria de finales del siglo XIX y principios del XX refleja una serie de cambios donde apenas se conservan prendas de las usadas en los tiempos precedentes. Las mutaciones son muy notables en las mujeres que transforman su vestir de forma muy patente. Estos cambios vienen condicionados por diferentes fenómenos socio-culturales y económicos que repercutirán directamente sobre los hábitos en el vestir de los europeos. La revolución industrial que inundó el mercado de telas de fabricación mecánica; el perfeccionamiento de la máquina de coser; la invención de la máquina cortadora de trajes, la de hacer botones, etc. También contribuyó a la unificación de la moda el auge tomado por las revistas y publicaciones especializadas en este tema.
El vestir tinerfeño también se hizo eco de todas estas nuevas maneras y de una forma más o menos aparente, mostrando algunas de estas características. Las transformaciones se empezaron a percibir desde mediados del siglo XIX, pero es en el último cuarto de siglo cuando se puede hablar de nuevas maneras en el vestir y apreciarse bien el cambio, que no sería radical, pues en puntos apartados seguían en uso prendas ya desaparecidas en el resto de la isla. La invasión de géneros extranjeros baratos y la dificultad de abastecerse de los tejidos del país propiciaron el giro hacia nuevas formas de vestir, más acordes con los tiempos que corrían.
