Después de ocho años sin grabar
nuevo material de estudio, los navarros Marea han abierto el presente 2019 con
un otro trabajo discográfico con el que vuelven a la actualidad y con el que
pretenden reafirmarse como una de las bandas principales de la historia del
rock en castellano. Con ‘El azogue’, la formación que lidera Kutxi Romero
vuelve a la carretera con una intensa gira que también los traerá hasta las
Islas, donde en sus anteriores apariciones ya firmaron exitosos conciertos. De
la mano de la productora New Event, sus explosivos directos tendrán lugar el
día 1 y 2 de noviembre en Gran Canaria y Tenerife, respectivamente.

Las entradas para ambas citas (25€
grada y 30€ pista) se podrán a la venta este próximo viernes, a partir de las
12:00 horas, a través de las webs
www.tomaticket.es, www. ticketmaster.es y la red de tiendas Marypaz. Para la cita
en Tenerife, además, las entradas también se podrán adquirir a través de la web
www.pabellonsantiagomartin.net

Con la cara lavada y recién peiná,
he aquí cómo se muestran los Marea en “El azogue”, séptimo disco de estudio del
grupo que, en el marco de sus más de dos décadas de trayectoria, ve la luz a
siete años vista de que concluyera la gira de presentación de su anterior
trabajo, “En mi hambre mando yo”. Un álbum con el que, presentando por
credenciales su innegociable efervescencia emocional, calentarán otra vez la
escena como solo ellos saben y llevarán hasta al séptimo cielo a su ingente
legión de seguidores.

Y es que los de Berriozar,
mostrando una vez más su innato respeto por las canciones y por el rock en
general, vuelven como se fueron, en atemporal estado de ebullición tras tomarse
su tiempo para rumiar. Tiempo, mucho tiempo para algunos –tal vez–, eso que
dicen que es oro.

Así pues, en suma, no ha podido ser
otro que oro el resultado. Lo que se dice que es el tiempo. Puro oro con forma
de canciones en este caso. De temas de muchos quilates, con Kutxi cabalgando
ora al trote, ora al galope sobre el brioso lomo musical, a cuchillo con su
personal pellizco y pasional faca poéticamente afilada sobre un cuerpo
especialmente guitarrero, erigido sobre una base rítmica pétrea por demás.